17 ene 2014

Sherlock (Tercera Temporada)


Tras dos años de espera (que más bien han parecido como cinco) el 1 de enero volvió la aclamadísima serie de la BBC, Sherlock, interpretación moderna de las aventuras del detective y su novcompañero creadas por Sir Arthur Conan Doyle. Esta versión viene a cargo de Steven Moffat (el ahora guionista jefe de Doctor Who) y Mark Gatiss (que es a la vez co-creador e interpreta al hermano de Sherlock, Mycroft), que escriben dos de los tres capítulos en cada temporada. No voy a empezar a quejarme de que son sólo tres capítulos repartidos en menos de dos semanas, tras las cuáles hemos vuelto a entrar en el ciclo de espera – espero que ésta vez no tarde dos años (¿se está notando mucho mi frustración?) en volver a nuestras pantallas.
En fin, en estos dos años, y de hecho poco después de que se estrenase la segunda temporada, también han vuelto muchas adaptaciones de la obra, como la segunda película de Sherlock Holmes con Robert Downey Jr. y Jude Law (que será entretenida y lo que queráis, pero le han puesto "Sherlock Holmes" como podrían haber puesto cualquier otro nombre), y otra adaptación moderna en formato serie a cargo de una cadena americana, Elementary. Permitidme hacer un aparte. Vi el primer capítulo de esa serie y no me gustó. Sé que es un formato distinto, son veintitantos capítulos en vez de tres, pero es que me aburrí un montón. No es que me parezca que Johnny Lee Miller no haga un buen trabajo – de hecho me parece lo mejor del capítulo, aunque me quedé con ganas de ver a su versión de Mycroft – si no es que este tipo de series pues no me entusiasman. Y, de nuevo, sé que no se pueden comparar pero me da igual y lo diré, la calidad de Sherlock  es infinitamente mejor.
Pero ahora vayamos a comentar capítulo por capítulo.

Teorías acumuladas en dos años.
The Empty Hearse (escrito por Mark Gatiss)
Durante estos dos años toda persona que haya visto la segunda temporada sólo ha tenido una pregunta en mente: ¿cómo lo hizo Sherlock? Éste capítulo ofrece un tipo de respuesta muy propia de Moffat y Gatiss y que a mí me ha parecido la mejor posible. Porque, las cosas claras, siempre hubiese habido alguien que no estuviera contento con la solución propuesta, y es genial que hayan decidido dejar esta incertidumbre (¿quién se queda con la segunda opción?). En este capítulo, Mycroft (Mark Gatiss) hace volver a Sherlock (Benedict Cumberbatch) de entre los muertos porque hay rumores de un ataque terrorista inminente en Londres. Éste es el 'misterio' de éste capítulo aunque, realmente, sólo cobra importancia los últimos veinte minutos. Lo genial es que da la oportunidad para un show off entre Sherlock y su hermano, ambos con una inteligencia prodigiosa, que se divierten con juegos intelectuales (o no tanto). Me gusta porque en ésta serie se respeta la historia original, en el sentido de que Mycroft es mucho más inteligente que Sherlock, y lo demuestra. Por cierto, como de costumbre, han un montón de guiños a la obra original de Conan Doyle, para los que la han leído es otra fuente de diversión.

No, Sherlock, te sigo
queriendo mucho.
Pero en realidad no es eso de lo que trata el capítulo, lo realmente importante es cómo Sherlock y John Watson (Martin Freeman) reconstruyen su amistad. Me ha encantado cómo se ha conseguido esta parte de la historia, porque se respeta muchísimo el carácter de cada personaje. Queda clarísimo que Sherlock necesita a Watson, que es su amigo y que le quiere, pero a la vez no deja de ser alguien que no tiene absoluta idea sobre la naturaleza humana, es un poco egocéntrico, y puede llegar a ser un auténtico capullo cuando se lo propone (realmente creo que estamos de acuerdo en que Watson podría haberle matado y a nadie le habría parecido mal). Casi siempre se le suele dar muchísima más importancia al trabajo de Cumberbatch como Sherlock que al de Freeman como John. Y es verdad que el primero hace un gran trabajo, logrando hacer del detective un personaje muy excéntrico, pero a la vez creíble en sus emociones y su forma de comportarse. Sin embargo, no por esto hay que relegar a un segundo puesto a John Watson, y este capítulo lo demuestra. Watson tiene una personalidad muy particular, ha pasado por muchas cosas, fue soldado y es doctor, tampoco es una persona fácil, que muestre sus emociones, y lidiar con la repentina resurrección de Sherlock es una ardua tarea que Freeman supera con creces, logrando mostrar todos los matices de su personaje. Bravo
Fan de Mary Morstan.
Finalmente, en este primer capítulo se introducen dos (bueno, tres) nuevos personajes. Primero está  la prometida de John Watson, Mary Morstan (Amanda Abbington, que es la pareja en la vida real de Martin Freeman), un personaje muy agudo, que enseguida se entiende con Sherlock, pero que, al menos para mí, tiene una punta de misterio. Luego está el prometido de Molly Hooper (Louise Braley), a este dejo que le descubráis por vuestra cuenta. Tras la desaparición de Moriarty (Andrew Scott te echaré mucho de menos en la serie, guardemos un minuto de silencio por su pérdida), otro villano tenía que tomar el relevo, y en este capítulo nos da una breve imagen del nuevo contrincante de Sherlock que, de momento, le lleva ventaja. 
Me encantaría hablar sobre el resto de detalles que deja este genial capítulo, pero no quiero estropearos la diversión. Porque, si ya habéis visto las dos primeras temporadas, no sé a qué estáis esperando para ver esta. Y, si aún no habéis visto esta serie, pues manos a la obra que son nueve capítulos! Y más vale que sea en versión original, porque las voces de los actores son una parte esencial de la serie y que, con todo mi respeto a los dobladores, sustituirlas por otras es un crimen.
Además, la cinematografía de este capítulo también está genial, muy trabajada, y con transiciones brillantes (aunque para mí las de Escándalo en Belgravia siguen siendo las mejores), que ayudan mucho a mantener el tono de las escenas (de hecho, hay una parte genialmente escrita que se basa en bruscos cambios de escena, genial genial genial)
Para terminar, este capítulo te tiene en vilo y enganchada al sofá/silla desde el primer segundo y no te deja tiempo para respirar. Hay acción trepidante, momentos emotivos, momentos en los que no te puedes creer lo que estás viendo y otros en los que te ríes a carcajadas.



Muchas emociones contradictorias con este capítulo.

The Sign of Three (escrito por Stephen Thompson)
Vale, esta escena es divertida.
Este capítulo trata de 'el gran día', la boda de Mary Morstan (Amanda Abbington) y John Watson (Martin Freeman). Para gran sorpresa de nadie salvo para Sherlock, su mejor amigo le pide que sea el padrino de bodas. Y a partir del tradicional discurso que debe hacer el padrino, Sherlock reconstruye los eventos posteriores. Ante todo, un aplauso al magnífico hilado entre escenas, las transiciones de una a otra, el dinamismo oscilando entre el caos y un brillante orden, de la sucesión de historias.
En este capítulo hay escenas divertidísimas, situaciones completamente surrealistas, y en general es muy entretenida. Quiero decir, dudo que haya algo más británico que Sherlock y John paseándose por Londres alternándose y a compás de los grenadiers, los guardias del palacio de Buckingham. Además, tiene un par de escenas que son muy conmovedoras – a pesar de su falta de comprensión y falta de tacto, Sherlock es capaz de emocionar con pocas palabras.
Sigo siendo muy fan de Mary,
y esto no puede ser nada bueno.
Pero me ha parecido todo un poco confuso, en ocasiones un despropósito y, francamente, la escena de la noche de despedida de soltero me pareció excesivamente larga, con sólo un par de momentos que valen la pena y su aportación de la versión dubstep del tema principal de la serie. El 'misterio' del capítulo – porque realmente uno llega a olvidar que se trata de una serie policíaca/thriller – está poco estructurado, con un montón de elementos disconexos que se intentan relacionar de forma demasiado rápida y superficial – a mí hay algunos aspectos que, después de haberla visto dos veces, me siguen sin haber quedado del todo claros –, y todo bastante cogido por los pelos.

En realidad, cuando te paras a pensar en lo que ha sido la última hora y media, pues te das cuenta de que no ha pasado nada. Este tipo de capítulos son la norma en series anuales con más de veinte capítulos por temporada. Pero cuando se trata de una serie que lleva dos años sin dar señales de vida y cuya temporada sólo cuenta de tres capítulos, pues te pone un poco triste.
Además, me extraña que alguien como Stephen Thompson, que escribió uno de mis capítulos favoritos de la serie, The Reichenbach Fall, haya podido producir algo con tan poca sustancia, aunque no falto de ingenio.

Sherlock, forever alone, incluso después de
haber congeniado con la dama de honor.
Es verdad, yo me lo he pasado muy bien viendo el capítulo, e incluso repitiendo, este capítulo sigue siendo entretenimiento de alta calidad. Sin embargo, noto que hay una diferencia fundamental entre esta y las dos temporadas anteriores. Tengo la creciente sensación de que son cada vez más los personajes – sus interacciones, su desarrollo – los que promueven la acción, la trama, y no al contrario. Parece que todo esté diseñado para causar una cierta situación, pero no con el objetivo principal de construir un buen misterio. Por una parte está bien, porque te da más perspectiva sobre el personaje de Sherlock, cómo es y por qué, – además de otros personajes como Molly o Mycroft –, y eso se aprecia.



Porque Sherlock puede llegar a ser muy idiota.


His Last Vow (escrito por Steven Moffat)
Me alegra de que le hayan dado más juego a
Mycroft en esta temporada, mola.
Durante la larga semana de espera todo internet se puso en lo peor. Algo horrible, terrible, apocalíptico, pasaría en el último capítulo de la tercera temporada ya que Moffat había avisado que el cliffhanger sería peor que en The Reichenbach Fall.
El capítulo empieza pocos meses después de la boda de John y Mary, con la pareja instalada en una bonita casa en los suburbios de Londres. Y, obviamente, aterrizará Sherlock de la manera más insospechada posible con un apasionante caso.
Desde el final del primer capítulo que me había quedado con la curiosidad de saber quién era aquél misterioso hombre que había estado vigilando a Sherlock.
Charles Augustus Magnussen (Lars Mikkelsen, The Killing) es un hombre de negocios, pero uno muy particular. En su casa de Appledore (Appledoor? Apple d'Or?) tiene unos archivos gigantescos con toda la información relevante (y futuras posibilidades de chantaje) de personas importantes y con poder. Y en este capítulo Sherlock se enfrenta a él, pero no sabe que esto también implica ir en contra de su hermano, quién tiene tratos con Magnussen.
Magnussen también mola. Pero es muy creepy.
Moriarty dejó el listón muy alto en cuanto a villanos, pero hay que reconocer que Lars Mikkelsen hace un gran trabajo con un villano que va mucho más allá de ser un personaje frío y calculador. Magnussen da repelús, es alguien horripilante, que da escalofríos, que se aprovecha de su poder sobre las personas para hacerles pasar por todo tipo de humillaciones. Y spoiler: me pareció que con un personaje de esta envergadura podrían haberle dado mucho más juego, aunque sólo fuera en éste capítulo. En mi opinión lo liquidan demasiado rápido.
Además éste capítulo sigue la tendencia general de toda la temporada de explorar más a fondo los personajes. Sabemos más – o, al menos, los guionistas nos dan una mejor intuición – de cómo fue la infancia de Sherlock y, sobretodo, cómo es realmente su 'mind palace' que tantas veces hemos 'visto' desde el exterior. Realmente deja entrever cómo era Sherlock de pequeño, cómo fue su infancia con Mycroft, y por qué se ha convertido en lo que es ahora. Pero ahora no me pongáis cara de pena con 'pobrecito Sherlock', ya demuestra en éste capítulo (como en tantos otros), que cuando se lo propone puede ser rematadamente idiota
Pero John Watson también tiene su buena parte de atención, ya que deberá enfrentarse a la realidad de que, por mucho que diga que lo que él quiere es tener una vida normal y tranquila, le atrae el peligro y las personas que viven en este constante clima de riesgo.
Y quizás también es en este capítulo dónde se ven más las evoluciones de personajes como Molly Hooper (Louise Brealey) o Mrs. Hudson (Una Stubbs).
Así pues este capítulo alterna entre escenas divertidísimas, escenas muy dramáticas, y pura acción y misterio. Lo genial es que hay giros de 360º que te dejan sin habla, o momentos que no encajan, pero que al cabo de un rato vuelven a dar la sorpresa resolviéndose. Sherlock forma un cóctel perfecto para pasar una excelente hora y media.
Aunque a lo largo del capítulo el ritmo va acelerando y desacelerando, en los últimos treinta-veinte minutos la confrontación final se acerca y todo sucede tan rápido que apenas tienes tiempo de juntar todos los elementos que hay en juego.
Éste capítulo ha sido genial, con un final que, sí, Moffat, tenías razón, te deja aún más al borde de un ataque al corazón que con el salto de Sherlock al vacío.


En conclusión, a pesar de mis dudas de que una serie tan brillante como Sherlock pueda mantener el ritmo y el nivel con una tercera temporada, no me ha decepcionado (aunque el capítulo dos sea un poco más flojo que el resto). No sólo ha conservado su genial dirección técnica y cinematografía (por la que, creo yo, es muy reconocida), si no que además ha sabido evolucionar. En esta temporada el elemento clave son los personajes, son éstos los que traen las situaciones – de tensión, de pura diversión, etc – y el misterio está más en un segundo plano. Y por estas los actores pueden lucirse más.
Para la cuarta temporada – quién sabe cuándo saldrá, aunque la BBC ya ha dejado claro que por ella como antes mejor y podría ver la luz a finales de 2014 principios de 2015 – espero que sepan combinar estos dos elementos, el misterio y los personajes. Y, por supuesto, que resuelvan la gran pregunta que ha quedado por contestar en esta temporada.



10 ene 2014

La Tierra de Émile Zola


Parece que, aunque inconscientemente, tengo la tradición de empezar el año leyendo algo de Émile Zola – el año pasado tuve el placer de leer Nana. Además, desde abril que no leía nada suyo, y ya echaba un poco de buena literatura francesa en falta. Para variar, el orden en el que leo los libros de la saga Rougon-Macquart no tiene nada que ver con el de su publicación. El último que leí, Pot-bouille, era décimo de la serie (de veinte) y éste es el número quince!

Resumen: Situada en los años 1860, Jean Macquart es uno de los descendientes de los protagonistas de La Fortuna de los Rougon que, tras haber sido soldado, decide no regresar a su ciudad natal, y opta por trabajar como jornalero en la zona de Beauce, cerca de Chartres. Allí conoce a todo el pueblo, y en especial a la familia Fouan, que es casi tan grande como la suya. Mientras Jean se va enamorando de Françoise – algo que no quiere reconocer ya que la chica es quince años más joven que él – la familia de la chica entra en una feroz batalla por la herencia del padre que tendrá consecuencias nefastas sobre todos.

Opinión: Puede que sea cosa mía y que ya le haya cogido el truco (o cariño) a Zola, pero de todas formas este libro me ha encantado. A pesar de lo que haya podido sugerir en el resumen, no se trata en absoluto de una historia de amor, o al menos en el sentido convencional. El autor se centra en especial en la relación entre el hombre, el campesino y su tierra. Jean está excluído de esta relación porque no pertenece a la región y nunca ha sido campesino. Pero los protagonistas son realmente la familia Fouan y sus vecinos. El viejo Fouan, muy a pesar de todo, decide repartir sus tierras antes de morir, ya que es demasiado buenas para cultivarlas. Luego está la muerte del padre de Françoise y de Lise, que va a hacer de ellas herederas y un buen partido. Lise, que ya tuvo un hijo fuera del matrimonio con Buteau, un hombre que no ha querido saber de ella hasta saber de que podría ser propietario de un trozo de tierra. 
Es increíble la forma en la que el escritor transmite la pasión que tienen los habitantes de Beauce por la tierra. A lo largo del libro va describiendo las distintas etapas por las que cada año pasa un campo, desde la siembra hasta la cosecha, bajo un sol abrasador o una tormenta sin clemencia, y a pesar de todas estas calamidades – o quizás a causa de estas –, el campesino está irracionalmente apegado a ella. Los personajes más viejos ya tienen en su sangre ésta pasión, y no tienen compasión por los que deciden desprenderse de sus terrenos. Lo que es interesante es ver como los personajes más jóvenes, poco a poco y sin darse cuenta, construyen una fuerte relación con la tierra. Françoise y Lise podían ser las dos hermanas mejor avenidas del mundo, pero cuando les toca repartir la herencia y, al ser menor, Françoise debe ceder temporalmente su parte a su hermana, eso generará un daño irreparable. Por otra parte, el marido de Lise, Buteau, y sus hermanos, también andan detrás del dinero de su padre, del que ya han obtenido las tierras. Y entre estos personajes se genera un vórtice de acciones cada vez más horribles y espantosas. Parece que no haya límites a su voracidad, a su hambre de tierras. Y lo mejor es que luego se sienten personas honradas, decentes, y capaces de juzgar al resto de personas que no son terratenientes. Hipocresía de la buena. De esta forma los personajes secundarios que no son campesinos sirven de contraste. El que es quizás más evidente es el de la familia Charles, que durante tres generaciones se han dedicado a regentar un burdel en Chartres. Podrán conseguir su dinero de una forma 'inmoral', pero son una familia feliz y buenas personas en general.
No sorprende que esta obra generara escándalo y muchísimas críticas cuando se publicó. En primer lugar, Zola no se detiene a la hora de describir escenarios de la vida rural que se distancian del idilio que tienen en mente los habitantes de ciudades, como es una 'preciosa' escena donde una vaca embarazada tiene graves problemas a la hora de dar a luz. En segundo lugar, las actitudes, carácter y acciones de los personajes distan mucho de los que se les suele a los campesinos. Hay escenas de sexo – obviamente con poquísimo detalle, pero queda muy claro lo que es – y de violencia a un nivel inadmisible para la sociedad de finales del siglo XIX.
Finalmente, Zola no sólo realiza un conseguidísimo retrato social de la campiña francesa, si no que también hace una reflexión sobre el estado presente y el futuro de la agricultura. A lo largo del libro hay más de una alusión y varias discusiones acerca del crepúsculo del sector primario. Entre el grano baratísimo proveniente de Estados Unidos y su incapacidad para adaptarse a las técnicas modernas, cada vez obtienen menos rentabilidad. Y no solamente eso, además hay la presión de los dueños de industrias que quieren que baje el precio del grano para así poder bajar el salario a los obreros (un pequeño guiño a otra de sus obras como Germinal).

Concluyendo, Zola raramente decepciona y en este libro nos da una visión muy cruda del mundo de la agricultura. No sólo por lo dura que es la vida allí, el esfuerzo que requiere, pero también la esclavitud, la tiranía que ejerce la tierra sobre ellos, como les transforma. El autor no tiene piedad a la hora de mostrar los aspectos más perturbadores de la naturaleza humana.

5 ene 2014

12 Años de Esclavitud


Después de meses y meses sin ir al cine – de hecho, desde que fui a ver El Quinto Poder en octubre, del que no hice reseña – decidí celebrar el fin de los exámenes regalándome una sesión de buen cine. Es difícil, al menos para mí, encontrar una película que ver, y más en Navidad (porque normalmente la mayoría de películas son propias de la temporada y realmente no van conmigo). En todo caso, hacía ya tiempo que le había echado el ojo a 12 Years a Slave de Steve McQueen. No, no el actor, si no el director de Shame que fui a ver justamente por estas mimas fechas del año pasado. En su momento, Shame me dejó muy traumatizada (y seguramente si la volviera a ver ahora el efecto sería el mismo), pero con un poco de perspectiva he sabido apreciar lo transgresora y buena que es. Por esta razón fui entusiasmada al cine a ver su nueva película. 
12 años de Esclavitud está basada en una historia real en la que Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor, Dancing on the Edge), un afroamericano que vive libre, con mujer e hijos, en el estado de Nueva York a mediados del siglo XIX. Su vida se destruye cuando un par de hombres, le engañan con una oferta de trabajo y acaban secuestrándole y vendiéndole como esclavo bajo el nombre de Platt. A partir de ese momento, y durante doce años, va pasando de manos y sobreviviendo a todo tipo de circunstancias. 
En general, es una película que está bien. De hecho, está muy bien hecha, todo los detalles de ambientación están muy bien cuidados y la fotografía es preciosa. Realmente, hay bastantes planos que te dejan sin habla, y es que pase lo que pase McQueen sigue siendo un gran director. Además, hay partes de la banda sonora que también son geniales. En especial, recuerdo un acompañamiento muy rítmico al momento en que trasladan a Solomon desde el sitio de su cautiverio hacia el sur, dónde su destino ya estará sellado. Por cierto, en esta parte sale Michael K. Williams, el actor que interpretó al legendario Omar Little en The Wire  y a Chalkie White en Boardwalk Empire. El tema principal de la película ya no me entusiasmó tanto. 
Esta película tiene cosas buenas y cosas que no me han acabado de convencer partes realmente muy crudas – la primera escena te deja KO – y realmente llegué a pensar que sería una película que documentase con gran maestría la vida, día a día, de los esclavos. Pero no fue exactamente así.. Hay El primer dueño de Solomon es William Ford (Benedict Cumberbatch, Sherlock), un hombre sureño que se cree piadoso y bueno con sus esclavos. Sin embargo, tal y como dice una de las compañeras de desgracias de Solomon, sigue siendo un esclavista, por lo que sigue viendo a sus esclavos como objetos, como posesiones. Y no duda ni un instante a deshacerse de Northup cuando éste empieza a causar problemas (debido a su inteligencia). Así es cómo acaba en manos de Edwin Epps (Michael Fassbender, Shame, Un método peligroso), un sádico de primera clase. A partir de aquí todo es un sinfín de torturas, injusticias, y trato inhumano y degradante. Y piensas que, ya está, no puede pasar nada peor, nada más horrible y violento, pero no, sigue pasando. Y todo llega a unos extremos de (melo)drama que cuesta mucho. No digo que no pasaran cosas así, ni mucho menos, simplemente que, en mi opinión, existen mejores maneras de mostrarlo (y ser más efectivo) que cayendo en un excesivo uso de, valga la redundancia, dramatismo.

Además, el guión no me acabó de convencer. Era todo demasiado… florido, demasiado bonito. Es decir, tanto amos como esclavos utilitzan un vocabulario extremadamente complejo, cosa que no resulta muy creíble dado que la mayoría de esclavos eran analfabetos. Además, los diálogos son poco dinámicos, no parecen espontáneos, no como algo surgido en el momento si no como algo ensayado, parecen más discursos que otra cosa. Por esto me resulta difícil decir mi opinión sobre los actores. Obviamente Ejiofor lo hace bien, y una mención especial a Lupita Nyong’o que es la favorita/atormentada del señor Epps, pero tampoco no han habido momentos en los que me hayan parecido excepcionales.  

En conclusión, 12 years a slave es sin duda una buena película, muy bien hecha, pero, al menos en mi opinión, me parece demasiado enfocada a ser material de Oscar. A mí me ha parecido que no aportaba nuevas reflexiones sobre el tema de la esclavitud, aunque obviamente denuncia lo horrible que es, y sigue preguntándose cómo ha sido posible que una parte de la humanidad se haya creído con el poder, y la justificación, de subyugar a otros. 

2 ene 2014

TBR Pile Challenge 2014


Quise apuntarme el año pasado a este reto propuesto por el blog Roof Beam Reader pero, debido al gran número de retos en los que ya estaba, lo dejé pasar. Este año quiero ser más modesta con los retos, de hecho sólo me apunto a éste y al de GoodReads. 
En todo caso, este reto consiste en proponerse leer 12 libros que hayan estado en tu estantería desde 2013 (o antes) y reseñarlos. El reto empieza el 15 de enero y antes de esta fecha tienes que haber hecho una lista con los libros que te propones leer. Además, puedes escoger hasta dos títulos alternativos en caso de que haya alguno que se te haga muy cuesta arriba. 
Me parece una excelente idea porque te obliga a comprometerte a leer algunos libros que quizás te dan pereza leer, pero una vez te pones a ello te das cuenta de lo geniales que son. (Además, se sortea un premio para los que lo hayan completado)

Lista
  1. The Magnificent Ambersons (Los Magníficos Amberson) de Booth Tarkington (1918)
  2. La Peste de Albert Camus (1947)
  3. La Maison du Silence (La Casa del Silencio) de Orhan Pamuk (1983)
  4. Corazón tan blanco de Javier Marías (1991)
  5. Despair (Desesperación) de Vladimir Nabokov (1934)
  6. La Terre (La Tierra) de Émile Zola (1887)
  7. The Sound and the Fury (El Sonido y la Furia) de William Faulkner (1929)
  8. Saturday Night and Sunday Morning (Sábado noche y Domingo por la mañana) de Alan Sillitoe (1958)
  9. Angle of Repose (Ángulo de Reposo) de Wallace Stegner (1971)
  10. Buddenbrooks de Thomas Mann (1901)
  11. Tess of the d'Urbevilles de Thomas Hardy (1891)
  12. The Marriage Plot de Jeffrey Eugenides (2011)
Alternativas
  • David Golder de Irène Némirovsky (1926)
  • Señor Vivo and the Coca Lord de Louis de Bernières (1991)
Espero que os animéis a participar. ¿Os habéis apuntado a algún reto para 2014?

1 ene 2014

Encuesta: Libros de 2013

Este año vuelvo a hacer la encuesta propuesta por Jamie en su blog, The Perpetual Page-Turner, a forma de resumen de mis lecturas en 2012. Hay menciones a libros de los que no he escrito reseña, estoy pensando en hacer una breve review si tengo tiempo. 

1. Mejor libro que leíste en 2013. (Puedes dividirlo por géneros)

Clásicos: The Forsyte Saga y A Modern Comedy de John Galsworthy. A lo largo de éste post ya veréis incontables referencia a esta saga. Se ha convertido en uno de mis libros favoritos. El autor sabe captar perfectamente la alta sociedad inglesa y el paulatino declive de su estatus – muy a su pesar –, con un maravilloso humor británico a la vez que puede discribir la belleza de ciertos momentos de la vida. 
Ficción Histórica: Aquí ya no hay un claro ganador. Como que de las dos novelas de Hilary Mantel hablaré más tarde, propongo El Samurái de Shusaku Endo. Basada en hechos reales, la novela narra las peripecias de uno de los primeros japoneses que pisaron suelo europeo. Combinando el shock cultural y el juego político tanto en Japón como en Europa, la novela es entretenida, está bien escrita, tiene unos personajes muy interesantes, ¡y además aprendes un montón sobre la época!
Misterio: El Ocupante de Sarah Waters, no suelo leer novelas de misterio/thriller, no me suelen llamar la atención, pero la verdad es que esta historia con toques de Rebecca de Daphne du Maurier y Retorno a Brideshead de Evelyn Waugh te pone la piel de gallina y te arrastra al mundo de una mansión en ruinas
No-ficción: Sin Blanca en París y Londres de George Orwell. Ah, mi querido Orwell, uno de mis autores favoritos narrando el tiempo que pasó sin blanca por las capitales francesas e inglesas, lavando platos y pateándose los caminos con vagabundos
Poesía: The Golden Gate de Vikram Seth. El autor es un fan de Eugenio Oneguin de Alexandr Pushkin como yo así que decidió hacer una novela en verso. Y me encantó. 
Ciencia-Ficción: Margaret Atwood es una de las pocas autoras (quizás la única) que sabe hacerme disfrutar de éste género, aunque sea más de ‘ficción especulativa’. La segunda parte de su trilogía MaddAddam, El año del diluvio, Atwood sigue su creación de un mundo post-apocalíptico y los años anteriores. Luego está El Asesino Ciego, que mezcla ciencia-ficción con ficción histórica, y ésta parte fue la que más me gustó de la novela. 


2. Libro que tenías muchas ganas de leer pero que te decepcionó.

Han habido muchos, pero quizás La Metamorfósis de Franz Kafka  – porque me ha dejado indiferente tras tanta polémica – o Rayuela de Julio Cortázar – porque aunque tenga cosas maravillosas puede ser terriblemente insoportable. O La Naranja Mecánica de Anthony Burgess – porque tampoco entiendo de dónde viene el hype ni la razón de tanta violencia – o The Orphan Master's Son de Adam Johnson  – que, realmente no entiendo por qué le dieron el Pulitzer, dónde estén los Booker… 
Oh, no, a todos les supera Norte y Sur de Elizabeth Gaskell. Tenía las expectativas tan altas con este libro, y aunque tenga cosas buenas, el desfase entre una cosa y la otra es demasiado grande. Margaret Hale, por qué eres así. (y por qué no paran de morirse familiares y amistades tuyas)
Oh, no,  también está Historia de dos ciudades de Charles Dickens. No ha habido peor forma de empezar con el que seguramente es el novelista más conocido de Reino Unido. Entre mi interés por la Revolución Francesa y lo que, a mi parecer, es una descripción propia de un inglés monárquico escandalizado (con una protagonista femenina angélica, lacrimógena y propensa a los desmayos, pero sin ningún carácter), no ha habido forma de reconciliarme con él y dudo que vuelva a leer nada suyo en mucho, mucho, tiempo. 

3. El libro que más te ha sorprendido (positivamente) en 2013.

The War of Don Emmanuel's Nether Parts de Louis de Bernières. Porque a mí no me gusta el realismo mágico y éste libro, situado en algún país de América Latina pero escrito por un británico, me ha encantado. 

4. Libro que has leído en 2013 y que más has recomendado este año?

The Forsyte Saga de John Galsworthy. No me voy a cansar de repetir dos cosas:
- Los que sepáis inglés, leed The Forsyte Saga, es una novela-río extraordinaria sobre el devenir de una familia de la alta burguesía inglesa desde finales del siglo XIX hasta los años 1920. 
- Por favor, que alguien traduzca esta novela al castellano, ¡ganó el premio Nobel!
Por cierto, la BBC hizo una miniserie  en 1967 y la ITV hace en 2002 de la primera parte (con Damian Lewis, Gina McKee y Rupert Graves como protagonistas). 

5. La mejor serie que descubriste en 2013.

Las Tres Ciudades de Émile Zola. Vale, sé que no es la serie más conocida del mundo, pero es la única que he empezado y que me ha gustado (un desastre fue Dissolution de C. J. Sansom, ficción histórica carne de bestseller de aeropuerto). Trata del punto de vista del autor sobre tres ciudades europeas que son clave en el panorama político y social de la época: Lourdes, Roma y París

6. Autor favorito que descubriste en 2013.

Javier Marías – porque me ha hecho volver a descubrir la literatura española contemporánea, no puedo esperar a leer Corazón tan blanco –  o Hilary Mantel – una escritora de ficción histórica de verdad.

7. Mejor libro que estaba fuera de tu zona de 'confort' o que era de un género nuevo para ti. 

El Sunset Limited de Cormac McCarthy no suelo leer teatro y éste libro es a ratos incómodo, a otros no tanto. 

8. El libro que más te ha enganchado en 2013.

El Rojo y el Negro de Stendhal o El Ocupante de Sarah Waters. Ambos tienen un comienzo algo lento, pero poco a poco los sucesos se precipitan y no hay forma de cerrar el libro – la novela de Stendhal por el complot político y la trama amorosa, y El Ocupante por el misterio que envuelve Hundreds Hall y sus habitantes.

9. El libro que leíste en 2013 y que es más probable que vuelvas a leer en 2014.
Tengo poco tiempo y muchos libros aún pendientes por leer, así que una relectura es poco probable, por esta razón el candidato perfecto es Ragnarok de A. S. Byatt, para así poder captar mejor sus matices y repasar mitología nórdica.

10. Portada favorita de 2013.



11. El mejor personaje de 2013.

Soames ForsyteVale, sí, es una persona despreciable y patética (sobretodo en la primera parte de la serie), pero es tan interesante como personaje! Es alguien que confunde amor con posesión, es “el hombre de propiedad” (y esto tiene más de un sentido), es el referente de la burguesía la época victoriana, es un personaje genial. Y es así, no tiene rival, ninguno de los tres Jolyons (por muy simpáticos y tolerantes que sean) le pueden hacer sombra. 

12. El libro más 'bellamente' escrito leído en 2013.

Aquí sí que tenemos un problema, por lo que no me limitaré a uno:
- Ragnarok de A. S. Byatt: esta autora escribe de una forma tan detallada y tan preciosista por lo que hay mucha gente que no soporta leer más de 15 páginas de una novela suya. Sin embaro, creo que nunca he leído a nadie con un vocabulario tan rico como el suyo, el equivalente francés podría ser Zola en pleno naturalismo (quizás por esto me gustan tanto los dos, o es que ya me he acostumbrado a ese tipo de escritura). 
Todas las Almas de Javier Marías: aunque la ausencia de párrafos y el gran número de frases infinitas fueron un obstáculo para mi lectura, una vez entras en la historia es imposible no reconocer que el estilo de Marías es único, a veces enrevesado pero… no sé, me gustó.

- Hoy hubiera preferido no encontrarme a mí misma de Herta Müller: con un estilo muy llano e intimista logra crear una profunda sensación de angustia en el lector, transmitiéndole lo que debía ser el clima de represión y de constante sospecha durante la dictadura comunista en Rumanía. 

13. El libro que más te ha impactado en 2013.

Uf. Difícil porque no puedo decir que The Forsyte Saga me haya impactado, aunque se haya convertido en uno de mis libros favoritos. Hmmm podría nombrar a Sin Blanca en París y Londres o El camino a Wigan Pier de George Orwell, que sí que me han afectado la forma de pensar en la sociedad, en sus problemas. Pero realmente no ha habido ninguno, ojalá haya más suerte el año que viene. 

14. El libro que no te puedes creer que hayas esperado hasta 2013 para leer.
El Rojo y el Negro de Stendhal. Varias personas llevaban años y años diciéndome que lo leyera, pero yo me negaba puesto que había intentado leerlo a los catorce y me había parecido nefasto. Al final un amigo me convenció para leerlo conjuntamente y gracias a él he descubierto otro gran clásico de la literatura. 

15. Cita favorita de un libro leído en 2013.

“He always imagined that gried and guilt, if they followed, would be more clear-edged, more defined, more finite. Instead they seem like weather, like clouds constantly re-forming into new shapes, blown by nameless, unidentifiable winds” – Arthur and George de Julian Barnes
“It is the absence of facts that frightens people: the gap you open, into which they pour their fears, fantasies, desires.” – Wolf Hall de Hilary Mantel
“I believe that words uttered in passion contain a greater living truth than do those words which express thoughts rationally conceived. It is blood that moves the body. Words are not meant to stir the air only: they are capable of moving greater things.” Kokoro de Natsume Soseki
“The past beats inside me like a second heart” – The Sea de John Banville
16. El libro más corto y el más largo que hayas leído en 2013.
El más corto: Rashomon y otros cuentos de Ryunosuke Akutagawa con 61 páginas.
El más largo: Los Miserables de Victor Hugo con 1896 páginas.

17. El libro que tenía una escena que te dejó sin aliento y muerta de ganas de contársela a alguien.

Muchas de Rayuela porque pasaron cosas demasiado intensas, demasiado reveladoras sobre el protagonista y la naturaleza humana que se deben compartir con alguien que también ha leído la obra. Luego están los finales con libre interpretación de The Little Stranger de Sarah Waters o de Escritos fantasmas de David Mitchell en los que poder compartir teorías con otros lectores. 


18. Relación preferida en un libro leído en 2013.

Ana Bolena y Thomas Cromwell en Wolf Hall de Hilary Mantel. Porque ambos se necistan para ascender socialmente – en caso de Cromwell para subir escalones en cargos con responsabilidades y Ana Bolena para conseguir ser reina de Inglaterra –, pero ambos se odian, se admiran, y se tienen miedo. Las pocas conversaciones entre ellos son todo un deleite ya que contraponen dos grandes mentes. 



19. Libro preferido de 2013 de un autor que habías leído anteriormente.
Aquí, de nuevo, me siento incapaz de excoger solo uno:
El Asesino Ciego de Margaret Atwood 

Ambos han reafirmado mi interés por seguir leyendo más de estos autores, aunque desgraciadamente me sea mucho más difícil encontrar libros de Herta Müller que de Atwood

20. Mejor libro que leíste en 2013 gracias a una recomendación.

La mujer comestible de Margaret Atwood gracias a Polly de Pluma, espada, y varita que me obsequió con un libro que era suyo – en mi opinión, un regalo mucho más valioso que un nuevo ejemplar – de esta genial e incómoda novela sobre el rol encajonado de la mujer en los años 1960. 

21. Género del que más libros leíste en 2013.

Comparando con 2012, me temo que el reparto sigue siendo el mismo: Literatura del siglo XX, Clásicos y Literatura Inglesa.

22. 'Crush' de ficción de un libro que leíste en 2013.

Soames For Robespierre de A Place of Greater Safety de Hilary Mantel, al que ya le tenía cariño desde antes. Con este libro he sabido más sobre éste personaje, y además la dimensión humana que le proporciona la autora – además de su amistad con Desmoulins y su relación más compleja con Danton –, con sus virtudes y defectos, lo han hecho más tangible. 

23. Mejor 'debut' que has leído este año.
No suelo leer autores noveles :)

24. El libro con unas imágenes/mundos más vívidos en 2013.
- Ragnarok de A. S. Byatt por su recreación del universo de la mitología nórdica a través de los ojos de una niña refugiada durante la Segunda Guerra Mundial, un mundo fantástico, poético y bello
- Neverwhere de Neil Gaiman, aunque la novela no acabó de fascinarme, hay que reconocer que logra crear un  fantástico y complejo mundo paralelo que vive bajo Londres, con sus costumbres y sus leyendas.


25.  Libro con el que mejor te lo has pasado en 2013.

The War of Don Emmanuel’s Nether Parts de Louis de Bernières disfruté con el humor implícito dentro de la narración de la historia, pero a la vez la belleza de sus palabras, de los paisajes. Disfruté muchísimo con la lectura. 


26. Libro que te hizo llorar (o casi) en 2013.

- A Modern Comedy de John Galsworthy porque le tenía demasiado cariño a Soames y decirle adiós fue muy difícil
- Asuntos de familia de Rohinton Mistry por su capacidad de captar cómo diversos tipos de personas se enfrentan a una situación muy dramática y grave en su familia, hay momentos tan tiernos y tristes que es difícil aguantarse las lágrimas. 


27. Libro leído en 2013 que crees que no tuvo la notoriedad suficiente cuando se publicó.

Escritos Fantasma o Black Swan Green de David Mitchell, básicamente en España se le ha hecho ningún caso a las obras de éste autor – ni siquiera El Atlas de las Nubes o Mil Otoños – cuando salieron, que para mí es de los mejores actualmente. Por qué. 



28. Libro que no pudiste leer en 2013 pero que será tu prioridad nº1 en 2014.

De hecho, ahora mismo el próximo libro que leeré, y que posiblemente será el primero de 2014, es La Tierra de Émile Zola. Desde hace bastantes meses que no leo nada suyo, ¡y esto no puede ser! En todo caso, entre mis prioridades están The Fault in Our Stars de John Green, La Peste de Albert Camus y Sábado por la noche y Domingo por la mañana de Alan Sillitoe


29. Libro que más ganas tienes que salga en 2014.

La última entrega de la trilogía de Thomas Cromwell, The Mirror and the Light, de Hilary Mantel o el sexto libro de Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, pero mucho me temo que habrá que esperar a 2015, como mínimo. 


30. Objetivos lectores para 2014.

Sé que no voy a poder leer tanto pero, dado que este año no he tenido la suerte de leer libros que se hayan convertido en favoritos (a excepción de The Forsyte Saga), espero leer menos pero de más calidad. 
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